viernes, 15 de agosto de 2014

ES LA ECONOMÍA, CRISTINA

En su discurso de ayer, jueves 14 de agosto de 2.014, La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner pronunció muchas frases con las que uno no puede menos que coincidir.
Algunas de ellas:
"No puede ser que un uno por ciento quiera controlar los destinos del mundo".
"Nos dijeron que teníamos que pagar nuestras deudas, las estamos pagando y ahora no nos quieren dejar pagar para que todo se caiga".
"No queremos fundir a ningún empresario, lo que no queremos es que los empresarios nos fundan a los argentinos"
También se refirió a quienes quieren correrla por izquierda con discursos apolillados. 
La testarudez, la necedad, la miopía y el optimismo sin límites de quienes quieren, o dicen querer, combatir los males del sistema con las reglas de juego del sistema, son incomprensibles.
Tan impregnada está Cristina que compra el discurso del sistema, ya que lo viejo tiene mala prensa y lo moderno todo lo contrario y, una vez instalado ese concepto, una vez taladrada la cabeza de la gente, listo el terreno para la segunda etapa del plan, se vende como moderno al capitalismo, como único sistema posible en estos tiempos, decretándose, de paso, la muerte de las ideologías, y se denuesta al comunismo catalogándolo como viejo. 
Desde el fondo de los tiempos, desde que la racionalidad era escasa en la historia del humano, desde que casi no había idioma, dada la escasez de palabras, desde cuando servía mas la fuerza que cualquier otra cosa, y por eso la ley del mas fuerte, la ley de la selva, desde que no había Estado ni organización jurídica alguna, el modo de vida era usar la fuerza y competir para sobrevivir. O sea, el germen del capitalismo. Con el tiempo, el humano fué creciendo en inteligencia, y comenzó a cooperar para crecer, dejando de lado el individualismo. El germen del sistema opuesto. ¿Qué es mas viejo, entonces?, ¿qué es mas civilizado?, ¿qué es mas apropiado?, ¿qué es mas moderno?. 
Deje de comprar los discursos de la clase dominante si pretende luchar contra las injusticias del sistema que la misma impone, mi querida Presidenta, por favor.
Hay una frase a la que, dándole una vueltita de tuerca, se la puede resignificar y, usted Presidenta, que es inteligente, lo va a comprender. Porque hablarle al electorado, de un modo sencillo, de sus necesidades cotidianas, apelando a eso que lo afecta cada vez que mete la mano en el bolsillo, (o sea, la micro economía) no es muy distinto a dirigirse a un Presidente, o Presidenta, para que entienda como funciona la macro economía, la economía mundial, dentro del sistema capitalista. Por lo tanto, creo pertinente que, para entender algunas cosas, usted, señora Presidenta, recuerde una frase mundialmente famosa que le voy a reiterar, tras una breve "introducción histórica".
James Carville, a cargo de la campaña electoral de quien luego se convertiría en prócer del salón oval de la casa blanca de los EE UU, Bill Clinton, señaló que este debía dirigirse al electorado hablándole, de modo simple y llano, de cuestiones y problemas cotidianos. En la central del Partido Demócrata, Carville pegó varios carteles con tres frases que el consideraba debían ser el eje de la campaña. A saber:
1) "Cambio versus mas de lo mismo"
2) "La economía, estúpido"
3) "No olvidar el sistema de salud"
La segunda de las frases se popularizó en boca de Bill Clinton y de la prensa estadounidense y luego se extendió a nivel mundial, utilizándose para explicar, del modo mas simple, lo que los economistas siempre explicaron del modo mas complejo. ¿Cómo no enetendés por qué no te alcanza lo que ganás con tu trabajo para tener todo lo que querés?, es la economía, estúpido. Y, por supuesto, como la economía a nivel Estados depende del sistema, podríamos decir, sin temor a equivocarnos, es el capitalismo, estúpido.
Por lo tanto, ¿como vas a traer a la discusión el tema de los discursos apolillados que instaló el sistema porque es el que más le conviene?, ¿cómo no entendés que el 1% del mundo domina al otro 99%?, ¿cómo no entendés que la voracidad de los empresarios, la de los fondos buitres, la de sus cómplices extranjeros y de acá, no es más que la voracidad que prohija el sistema al que vos misma adherís?  
ES LA ECONOMIA, ESTÚPIDA. ES EL CAPITALISMO, ESTÚPIDA. 
Perdón, me entusiasmé con la textualidad de la frase.
QUISE DECIR ES LA ECONOMÍA CRISTINA, ES EL CAPITALISMO, CRISTINA.


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