domingo, 5 de marzo de 2017

ANDÁ AL SUPERMERCADO BARADEL

Resultado de imagen para roberto baradelEn el breve período que va desde el fin de la segunda semana de noviembre de 2.015 hasta el fin de la primera de diciembre del mismo año, los alimentos y las bebidas, la ropa y el calzado, los artículos de limpieza, los de higiene personal, y el trasporte, (o sea, los más básicos componentes de la canasta básica) subieron un 7.98% en la ciudad de Buenos Aires y cifras similares en Rosario y Córdoba. Estamos hablando del período en el que Cristina Fernández viuda de Kirchner seguía siendo Presidente de la Nación pero Mauricio Macri ya era Presidente electo, tras ganarle a Daniel Scioli la segunda vuelta electoral. Estos datos son de mi propio INDEC. Simplemente comparo tickets de mis compras en el súper, (mismo artículo, mismo comercio) y comparo avisos en los diarios. No es tan difícil. 
Durante dicho período Cristina estaba más preocupada por borrar huellas que la comprometieran que por los trabajadores, por lo que los salarios no aumentaron. En cuanto a la suba de precios, esta se dio a raíz de que se sabía que el nuevo Gobierno liberaría el dólar, por lo que los empresarios y comerciantes, (a modo "preventivo" tras las afirmaciones de Macri y los asesores  en economía de su entorno) subieron los precios sin que les importara, obviamente, la situación de los sectores mas vulnerables de la sociedad, o sea: los pobres.
Sin importar quién lo atienda, (fuera Cristina o sea Mauricio) el "kiosco" es el mismo, solo cambió de manos. En industria y comercio esto se llama continuidad jurídica. En la Presidencia de la Nación,... también. Es obvio, sino al irse un Gobierno no habría más deuda externa, ni compromisos con los empleados, ni nada. Sin embargo, nada se hizo al respecto y, de esto no habla nadie. El sindicalismo, nunca tan "distraído". Durante los últimos días de gobierno kirchnerista no aumentaron los salarios. Durante los primeros días PRO, tampoco. 
Para colmo, PRO-Cambiemos suspendió el INDEC, de modo tal que la inflación pasó a ser, durante el primer semestre macrista, la que a cada uno se le dio la gana.

Con el método mencionado en el primer párrafo y agregando alquileres, (según datos de las cámaras del sector) impuestos y servicios (según comparaciones en base a lo que antes aparecía debajo de la puerta y ahora, por el grosor de su monto no pasa y queda en el buzón) desde el primer domingo de diciembre de 2.015 hasta el primer domingo de diciembre de 2.016, (primer año de gobierno de Macri) la suba fue del 67.81%. Hubo artículos que aumentaron bastante menos y otros, como el aceite, subieron de un modo sideral pero, por supuesto, hablo de un promedio, y no incluyo entradas a espectáculos deportivos, al teatro, al cine, salidas a comer, etc. Sólo lo básico. En el mismo período, (y a este dato no lo discuten las centrales obreras ni el Gobierno Nacional) los salarios subieron, en promedio, un 32%. Aclaremos que los componentes de esta precaria canasta básica que armé sufrieron la mayor parte del porcentaje de los aumentos en los dos primeros meses de la gestión de Macri, mientras que los salarios aumentaron algunos meses más tarde, con lo que la pérdida del poder adquisitivo en los primeros meses de Macrismo fue gigante. De eso, tampoco habla nadie. Y, cuando digo nadie, pienso, inevitablemente, en los sindicalistas y la continuación de su "distracción".

Además, desde el primer domingo de diciembre pasado hasta el primer domingo de marzo, (tres meses) las cosas aumentaron entre un 5 y un 20%. El promedio es mayor pero, siendo muy cauteloso, podemos ponerlo en un 8%. Sigo hablando de alimentos y bebidas, ropa, calzado, artículos de limpieza, artículos de higiene personal, trasporte, alquiler, impuestos y servicios. Nada más.

Pasemos en limpio:
Lo que a mitad de noviembre de 2.015 costaba 100
a principios de diciembre de 2.015 costaba 107,98,
a principios de diciembre de 2.016 costaba 181,20 y
comenzado marzo de 2.017 (en el presente) cuesta 195,69

A todo esto, insisto, el promedio de aumentos de los sueldos fue del 32%
La cuenta es muy sencilla. Las cosas subieron el 95.69%, los sueldos el 32%
La diferencia (95.69 menos 32) es de 63.69%. ¡Está claro?

Pero el señor Mauricio Macri se brota de alergia cuando los bancarios arreglan unos pocos puntos por encima del 18%. Y, en una actitud que, una vez más, no puede más que provocar vergüenza ajena, lo chicanea al sindicalista Roberto Baradel en plena Asamblea Legislativa, en el acto de inicio del período ordinario de sesiones del año, (el lugar más desubicado que pudo elegir para ello) sólo porque Baradel habla de recuperar el, según él, 8% perdido de poder adquisitivo. ¡Ojalá hubiese sido sólo el 8% lo que se perdió! Casi que podríamos estar todos felices. Pero no es así. El poder adquisitivo perdido es, décima más, décima menos, el 63,69%.  
Macri, Vidal (primera actriz de la farsa que es el partido político gobernante) y compañía, tienen la suerte de que Baradel hace mucho que no va al supermercado. La cuenta es otra Baradel. Muy otra. Me encantaría que leyera esta página. 
Ya se que Macri lo considera casi el Che Guevara y, si Baradel peleara por la cifra real que debería para defender seriamente el bolsillo de los docentes, el Presidente quizás pensaría en meterlo preso. Lo sé. Sin embargo, y muy respetuosamente, les pido a todos los sindicalistas (también a los de la C. G. T., tras su siesta de un año y tres meses) que no pierdan contacto con la realidad, que bajen de sus autos y pongan los pies en el barro, que vayan al supermercado, que dejen la rosca sólo para reyes o para pascuas. Por favor. Con este Gobierno, más que nunca, los de abajo necesitan-necesitamos eso.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Comente, no sea tímido: