viernes, 4 de noviembre de 2016

SER POBRE ES PARA RICOS

Unos tres millones de personas viven en una Villa Miseria en la Argentina. Una cifra mucho mayor vive en barrios periféricos, en casas muy humildes, en condiciones lindantes con lo indigno. Otros viven en barrios de clase media, en zonas céntricas de grandes ciudades, pero hacinados en pensiones, algunas sin baño privado, con cocina compartida, heladera común, un lavadero y tendedero de ropa para veinte familias, etc. Hay quienes alquilan una casa con varias habitaciones y vive una familia por cada habitación. Están los que no viven en grandes ciudades sino en pueblos pequeños, pero sus ingresos apenas les alcanzan para alquilar una vivienda humilde, casi rancho, en calle de tierra, a cientos de kilómetros de algún hospital de alta complejidad. También hay muchos empleados rurales, que trabajan de sol a sol por techo, comida, y poco más, en el medio del monte, a cientos de kilómetros ya no de un hospital de alta complejidad, sino de un frasco de agua oxigenada y una "curita".
Este universo, según quien y con que ojos lo mida, puede ser de diez, quince o veinte millones. Yo creo que es más grande aun el número de personas con carencias.
Pero no voy a hablar de esta cifra. Me voy a limitar a decir "millones de pobres".
Entre estos millones de pobres hay muchos que no tienen más que una bicicleta vieja como medio de trasporte. Otros tienen moto. Vieja en algún caso, nueva, de baja cilindrada, con el seguro atrasado, en otros casos. Los que tienen auto, en todos los casos, no tienen un cero kilómetro. 
En cuanto a herramientas financieras, si bien la tarjeta de débito está bastante "popularizada", no todos los pobres tienen una. Y la de crédito, ni hablar.
Tengamos en cuenta, además, que la inflación general siempre es menor que la inflación de los productos de primera necesidad, cuestión esta muy marcada en este último año. Es obvio que esto afecta más al pobre que al rico, ya que el pobre gasta casi todos sus ingresos en comida e indumentaria (primera necesidad) mientras que en una familia de clase alta, los artículos de primera necesidad son un pequeño porcentaje de sus gastos corrientes totales. 
Otra cosa que no debemos olvidar es que un pobre no tiene reserva económica. Sus ingresos le alcanzan para vivir, o sobrevivir, no para ahorrar. 
Hecha esta especie de introducción, empecemos a imaginar la realidad cotidiana de un pobre,... y su costo económico, y comparémosla con la de un rico.
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El auto de un rico, aunque sea pequeño y no sea de alta gama, es nuevo. El de un pobre, generalmente, está hecho pedazos. Entonces, además de las lógicas diferencias de confort y de performance, también hay diferencias económicas. El mantenimiento, las reparaciones y el consumo de combustible y de lubricante son más baratos para el rico. Los caminos que transita el auto del rico están en mejores condiciones que los que transita el pobre. Y podría seguir. Pero pasemos a otro ítem.
El 90% de las ofertas incluye una cantidad mínima del producto ofertado que es excesiva. Compra seis paga cuatro. Lleva dos por uno determinados días, etc. El rico no vive al día con el dinero. Puede comprar seis, aunque use uno y tenga cinco para los próximos cinco meses. El pobre, por su falta de reserva económica, obviamente, no puede. Si lo hiciera, tendría aceite para tres meses y le faltaría la leche para el día siguiente. O sea que no puede aprovechar la mayoría de las ofertas de este tipo. 
También están las ofertas para determinadas tarjetas de crédito, que no solo ofrecen descuentos, sino que dan cómodos plazos de pago. La mayoría de los millones de pobres no tiene tarjeta de crédito o, con suerte, tiene una cuyo límite le alcanza para comprar un kilo de helado como mucho. Es decir que tampoco puede aprovechar este tipo de ofertas. 
Si vamos a ropa, calzado, marroquinería, etc. acá, necesariamente, el pobre se ve obligado a elegir entre las opciones más económicas. Esto es: comprará sábanas, remeras, bolsos, etc. que le durarán tres meses. El rico comprará estos artículos con una calidad que le garantizará una duración de dos o tres años. Lo peor de este caso es que una prenda de mala calidad cuesta 2 pesos y una de buena calidad, exagerando, cuesta 8. Sin embargo, la buena no dura cuatro veces más que la mala. Casi siempre dura diez veces más. No solo por que es mejor, sino por que el rico no la usa todos los días ya que la vastedad de su vestuario le permite ponerse una remera por cada día del mes. O sea que, comprando más costoso, el rico gasta menos. 
Entre paréntesis uno: Esta diferencia de calidad entre costoso y barato, cuando de alimentos se trata, además de conspirar contra la economía del pobre, conspira contra su salud. Ya sabemos lo que son las segundas y terceras marcas. Además, el presupuesto de un pobre está lejos de ser el ideal para garantizar una dieta equilibrada.
Entre paréntesis dos: Diferencia entre caro y costoso: Si una bicicleta costara 10 pesos y un auto cero kilómetro costara doce, el auto sería más costoso que la bicicleta (viendo sólo el costo, 12 es más que 10) pero la bicicleta sería más cara, obviamente, ya que el auto 0 Km.es un producto muy superior a una bicicleta.
En cuanto a salud, brevemente, digo: Es mejor prevenir que curar. Es mejor, y más barato. Pero aquí también hay que tener dinero. Y el pobre no lo tiene. Entonces actúa tras el hecho consumado. Esto le sale más caro. Especialmente a su cuerpo. Y cuando un pobre se enferma pierde mucha plata. Generalmente trabaja en negro, o por su cuenta. No hay "parte de enfermo" que valga. 
Y podría continuar hablando de enfermedades evitables, de riesgos sociales, de infraestructura básica como cloacas, agua potable, calles transitables, y de mucho más. Pero creo que ya se entendió.
EN SÍNTESIS: SI UN RICO, SIN DEJAR DE LADO LAS HERRAMIENTAS CON LAS QUE CUENTA, SE DEDICARA A SER POBRE, GASTARÍA, COMO MÍNIMO, UN 40% MENOS QUE UN POBRE PARA VIVIR. OBVIAMENTE ESTO ES SÓLO HIPÓTESIS. PERO HASTA LO HIPOTÉTICO ES INJUSTO.

2 comentarios:

  1. Y los pobres de Argentina ¿que religión profesan?

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    1. No entiendo a que viene tu pregunta. Si es para ponerme fichas, la respuesta daría para varias páginas. Ya sabés lo que pienso de todas las religiones. Pero, por las dudas la pregunta sea seria, respondo algo que ya sabés, creo. Sin tener un estudio serio al respecto, se nota, por simple observación, que los evangelistas, (los mismos que acaban de poner un alcalde en una de las ciudades más importantes de Brasil y del mundo) son los que más penetración tienen entre los pobres. Obviamnenete, esto responde a una estrategia. La religión es un claro ejemplo de estrategias de mercado. Solo así se explica que una mentira pueda parecer verdad para tanta gente durante tantos miles de años.

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