sábado, 10 de abril de 2021

LA SEGUNDA OLA, LA CANOSA, LA NADAL, LA BANALIZACIÓN DE TODO... Y LA PERDIDA COSTUMBRE DE PENSAR

El poder real siempre se las ingenió para lograr que, a todo, no se lo analice en profundidad. Sencillamente, porque al ir al fondo de las cosas se encuentran buenas razones para cuestionar lo importante, lo que las trasciende, los denominadores comunes que nos hacen ligar actitudes, acontecimientos, etc. y nos permiten ver que es poco lo que está librado al azar y que lo que sucede, en Argentina y en casi todo el planeta, no escapa a la lógica del engaño, del embuste, de una auténtica venta de humo. Todo en función de lograr el achatamiento de las expectativas de mínima de los pueblos y, de esa forma, apropiarse con tranquilidad de las riquezas aunque a muchos apenas les alcance para comer, o menos aun, pero no adviertan que esa situación es consecuencia de un modelo o sistema conocido como capitalismo. 
Para ello, la siniestra maquinaria del poder utiliza todos los medios a su alcance. Imaginables e inimaginables. Y esto es algo que, con el tiempo, se hace cada vez mas ostensible. 
Basta con comparar cuanto de importante hay en un noticiero de radio o televisión hoy y cuanto había hace cincuenta años. El advenimiento mismo de la televisión a los medios de comunicación es una muestra de lo que afirmo. Los diarios han perdido su carácter mayoritariamente informativo para repartir sus páginas entre el exaltamiento de policiales, los chismes del espectáculo, el sensacionalismo y algún poquito de seriedad. 
Y, para colmar el panorama, ahora están las redes sociales en las que cualquier imbécil puede decir lo que se le de la gana y, en muchos casos, hay millones de personas que les creen. Aparecen blogueros, youtubers, instagrameros, con total impunidad. Y no pasa nada. 
Ivana Nadal, a quien, lamentablemente, alguien le dio una vez la oportunidad de conducir un programa de T. V., sale diciendo que invadieron su cuerpo porque se tuvo que hacer un hisopado, la inefable cara de la T. V., Viviana Canosa, hace apología del delito al expresar que es libre de salir a la calle después de la hora 23 cuando, en uso de sus atribuciones constitucionales y ajustado a derecho, el Presidente de la Nación lo prohibió, para intentar, al menos con ese parche, (ya que nunca le dió el cuero para tomar medidas estrictas por el tiempo que fuera necesario) ptoteger la VIDA de los argentinos. Y todo como si nada. 
Y hasta tienen un numeroso coro de tontos.
Obviamente, estos personajes son posibles solo cuando hay gente que los sigue. Y esto se da cuando la inteligencia media está en el subsuelo. Porque personas con un vuelo intelectual gallináceo como Canosa o Nadal, o tantísimos otros, lejos de ser tomados como referentes, solo serían objeto de la befa generalizada si la gente pensara. 
Pero son años, años y mas años en los que la consigna "no pensar" está haciendo estragos en la humanidad. 
Lo mismo podríamos decir de la música si de degradación se trata. De cada mil canciones que se graban, una puede que tenga profundidad en la letra. Y esto también ahueca cerebros. Ya lo hacía el Club del Clan, mientras Silvio Rodriguez o Joan Manuel Serrat poetizaban con maestría y vendían menos discos que Leo Dan. Hoy sucede lo mismo o peor. La cumbia y el regatone tienen millones de seguidores mientras pocos conocen al enorme cantautor Jorge Fandermole, siempre empeñado en embellecer sus letras sin encontrar límites para ello. Este, (la música) es otro de los ámbitos en los que el poder taladra la materia gris de millones de personas.
Y, ni hablar, el ámbito político. Tímidamente, el peronismo del 45 incorporó algunos personajes para propagandizar y afirmar su gobierno. Discépolo en la música, Gatica en el deporte, apoyaban públicamente. Perón se sacaba fotos con ellos. Ese mal se potenció con el menemismo, que inventó legisladores, gobernadores, intendentes y funcionarios por el aprovechamiento de su fama ya que no por su idoneidad para el cargo propuesto. Reutemann, Palito Ortega, Ubaldo Rattín, etc. Y el PRO siguió, ad náuseam, esa endecha banalizadora. En Santa Fe nos libramos del payaso Miguel del Cel por muy pocos votos. Y ya que hablamos de Santa Fe, en Rosario lo estamos soportando a Marcelo Megna (radical dentro del bloque Cambiemos), famoso como chef y por sus programas culinarios de T. V., hablando de las bondades de UBER sin fundamento serio alguno y denostando a los taxis rosarinos cuyo sistema, funcionamiento y modernidad desconoce el cocinero devenido en concejal. Todo sea por disciplina partidaria. Y por la intención manifiesta de la Fundación Libertad de que UBER opere en Rosario. Y por la estrecha relación de la Fundación (que tiene muuuuuucho efectivo) con los miembros del PRO. 
Ya tuvimos otro famoso como Concejal. Era (y sigue siendo) veterinario y sus Proyectos mas importantes siempre estuvieron ligados a los perros. Nunca pensó seriamente en legislar para las personas. En fin... Digamos, en beneficio del PRO, que Cosia, el concejal en cuestión, no pertenecía a sus filas.
En definitiva, quiero recordar una vieja y acertada frase: "Zapatero a tus zapatos". O sea, si deseo saber algo sobre un virus, debo escuchar a un epidemiólogo, no a Ivana Nadal.
Si quiero comprender porqué se toman determinadas medidas políticas, debo acudir a periodistas especializados en el tema, no a Viviana Canosa.
Aunque no se den por enteradas, los zapatos de estos personajes son muy pequeños, no dan para que se metan en temas que no dominan. No las tomemos en serio, entonces.
Ya que el poder real no está interesado en hacer que la televisión se depure y mejore, arrojando por la borda a tantos tontos y nefastos que ocupan pantalla, dado que la caja embobadora es, cuanto mas embobadora, mas funcional a sus intereses, seamos nosotros los que cambiemos o apaguemos. 
Por favor. Defandámosnos, pensando, de tantos tontos, odiadores seriales y fogoneadores de la grieta. Pensar es el camino. Si Canosa y Nadal piensan por nosotros, estamos perdidos.
Y, para el que no lo sabe, estamos transitando la segunda ola del coronavirus, que es mas grave que la primera. 
Ya que tenemos (acá y en casi todo el mundo) un Presidente tibio que toma las medidas tarde y mal. 
Ya que no hicimos lo que Vietnam. (Cuarentena estrictísima durante los dos primeros meses de la pandemia con cierre de TODO excepto hospitales, uso correcto, tapando nariz y boca, y generalizado, del barbijo, disciplina y respeto de lo dispuesto por el gobierno, cierre de fronteras durante los primeros meses y actualmente apertura con conttoles férreos, higiene de manos, distanciamiento) todo lo cual permitió que hoy los 99 millones de vietnamitas estén cuidándose pero, haciendo vida prácticamente normal, con toda su economía funcionando, y tengan 35 muertos -sí, treinta y cinco, no treinta y cinco mil, ni mas de 50.000 como acá- y menos de 2.000 infectados, casi todos recuperados, a pesar de tener 1.300 kilómetros de frontera con China, que fue desde donde se expandió el sars cov 2) ya que parece que eso no podría ser posible en la Argentina, en donde la libertad de prensa llega a permitir que una persona que ni siquiera es periodista haga apología de la desobediencia a la ley y no la metan presa, por favor, pensemos, cuidémosnos, 
NADIE LO HARÁ POR NOSOTROS.