martes, 18 de abril de 2017

LA INFLACIÓN VIENE BAJANDO

El Presidente de la Nación dijo ayer: "La inflación viene bajando". Más allá de la mentira discursiva aceptada por todo el mundo, ya que la inflación continúa subiendo, sólo que a un ritmo más lento que el del primer año del macrismo, (lo que no es lo mismo) la frase "La inflación viene bajando" encierra algo más grave aun.
Y es que este aserto, que refleja fielmente el pensamiento macrista, le da a la inflacioón una entidad y una jerarquía superiores. Le da VIDA PROPIA. Como si la inflación no fuera un fenómeno provocado por el ser humano.
No creo que la capacidad intelectual del Presidente sea suficiente para advertir los alcances de la frase. El habla asi porque pertenece a una clase social y política que piensa así. Y punto.
Pero esta "inocente" afirmación pone a la inflación en un plano ajeno al ser humano. Estamos en manos de la inflacion, que baja o sube como un rio, como la intensidad / velocidad del viento. No hay mas explicación. O, si se quiere "profundizar", se puede hacer referencia a "la mano invisible del mercado". Es decir, seguimos con lo mismo.
Además de sacarle el cuerpo al problema (distinto sería decir "estamos haciendo bajar la inflación") SE LES QUITAN TODAS LAS RESPONSABILIDADES A LOS QUE PRODUCEN LA INFLACIÓN basados en sus intereses, en el valor del dólar, en la ley de oferta y demanda y en la especulación, entre otras cosas, pero NUNCA en los porcentajes de aumento de salarios y JAMÁS en la consideración del grosor de la billetera del pobre y en si ese grosor alcanza para comprar comida o no.
Varios Presidentes en la historia de nuestro País han actuado de la misma manera que Macri, lamentablemente.
Dejan de lado que la inflación es responsabilidad de los formadores de precios, o sea de los ricos y poderosos, o sea de los amigos del poder, o del poder mismo, o sea de los principales beneficiados y beneficiarios de la política del gobierno.
En el caso actual, la cuestión se agudiza. Macri se situa como observador y como comentarista, como si nada pudiera hacer al respecto. Como si aquellos que provocan la inflación no fueran sus amigos, sus aliados, los miembros de la misma clase social a la que el pertenece.
Entonces dice que la inflación viene bajando y afirma, con una mano apoyada en el pecho, a la altura del corazón: "Cómo me duele la pobreza", olvidando que está en el mejor lugar posible para combatir la inflación y la pobreza, como lo es el sillón de Rivadavia, sitio que ocupan todos los Presidentes de la Nación en la Argentina y que, para algunas cosas, (muchas para mi gusto) está vacío, mientras el Presidente está ocupado viendo a la Argentina como una gran "unidad de negocios" , con su mirada de gerente capitalista, según la cual los trabajadores son un costo y los desocupados ni son considerados.
PRIMERO tienen que cerrar los números, DESPUÉS vemos que hacemos con la "preocupante" inflación y con la "dolorosa" pobreza.

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