¿Macri nos quiere llevar al modelo chileno de educación? En el marco del capitalismo, todo es una mercancía. Todo tiene precio. (Y nada tiene valor.) Aquel que es dueño de una escuela privada no pretende "educar al soberano". Solamente persigue el lucro, esto es casi obvio.
En cuanto a los funcionarios, para alguien en cuya mentalidad solo existe el lucro, no se concibe que el Estado deba "gastar" dinero en el pago a docentes y en el sostenimiento de una estructura educativa capaz de contener a millones de chicos y jóvenes que no tienen la capacidad económica de pagar para ser educados. Quienes consideran que la educación es un derecho y están dispuestos a luchar para resguardar ese derecho, lo ven distinto. Por otra parte, (y aquí podríamos agotar la capacidad de la P. C. pero seré breve) la educación privada es sectaria y responde a gustos, intereses y afinidades de un sector de la sociedad y, generalmente, prepara al alumno solo para una adecuada salida laboral, mientras que la pública es (o debería ser) universal, preparando al alumno para la vida cuando adulto. ¿Distinto, no?
En Chile el presupuesto educativo es del 4.36%, en la Argentina, del 6.47%. La diferencia es de más del 50%. ¡¡¡Abismal!!! Se podrían aportar muchos datos más, como el cierre de más de 800 escuelas municipales chilenas en los últimos años, como el que da cuenta de que apenas el 36% de los alumnos está inscripto en colegios públicos en el país trasandino, etc., pero, con el del presupuesto, por lo significativo, alcanza. A ver si quedó claro: El presupuesto público anual de un país es el dinero que el Gobierno tiene para invertir durante todo ese año. Está basado en lo que se recauda, a lo que pueden sumarse créditos, como así también un exceso de gasto "a cuenta" que los economistas llaman déficit. En la Argentina, de esa enorme masa de dinero se pautaron para 2.016 casi 83.000 millones de pesos para educación. Si esto fuera Chile, u otro país con criterio similar a este, la cifra sería 56.000 millones. O sea, 27.000 millones de pesos menos. Esto significaría mucho más que 800 escuelas cerradas. El impacto de una barbaridad semejante haría parecer la locura de los tarifazos un juego de niños. Tendríamos decenas de miles de docentes entre desocupados y subocupados. Tendríamos cientos de miles de alumnos que no podrían pagar una escuela privada luchando a morir por un cupo en la escuela pública. Tendríamos un deterioro en la educación que nos haría retroceder hasta alcanzar niveles inferiores al nefasto menemismo que seguía las indicaciones (reducir el gasto estatal a la mínima expresión) del Banco Mundial a pies juntillas, sin que le importara el pueblo argentino en general y las personas en edad de educarse en particular. O sea que volverían a aumentar dramáticamente, (por si hiciera falta) los ya dramáticos indices de violencia e inseguridad, que no son otra cosa que consecuencia de las políticas neoliberales de exclusión que aplicó el Menemismo, por supuesto, también en educación, con lo cual, los únicos beneficiados serían los que hacen negocios con esta situación, como el Ministro macrista Dietrich y su empresa familiar que se ocupa de blindar automóviles de alta gama. Porque no son ciertas las cifras del cacareado aumento del presupuesto educativo, presentado por el Ministro de Educación de la Nación Esteban Bullrich ayer en la Comisión de Educación de la Cámara Baja. El plan Conectar Igualdad, la construcción de jardines y la Secretaría de Deportes, antes dependían de Presidencia y ahora dependerán del Ministerio de Educación. Por eso el aumento. No hay tal aumento. Y, con esta evaluación que ahora será anual, que parece una auditoría vaya uno a saber de quien o, peor aun, ya intuimos de quien, siento el legítimo derecho de sospechar que vamos, (¿por qué la educación debía ser la excepción?) a un claro rumbo mercantilista neoliberal.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), indica que en América Latina, (no se cuentan las islas el caribe, o sea que no entra Cuba) Bolivia es el país que más invierte en educación. En la región le siguen, Jamaica y Argentina.
Si nos remitimos a los resultados obtenidos en educación, Wikipedia dice:
La educación argentina es considerada una de las más avanzadas, enciclopedistas, y progresistas de América Latina junto a Cuba y Uruguay, así como también es firmemente reconocida y destacada por diversos organismos internacionales, como lo son la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Según estudios de la Unesco, la educación en Argentina y Uruguay garantizan igualdad al poseer características institucionales que impiden la mercantilización de la educación, así como la de Finlandia tiene características que favorecen la educación en población multiétnica y enseñanza especial, la educación de la Argentina favorece la equidad.
Más datos:
Lun 17.10.2016
FUERTE RECHAZO DE GREMIOS DOCENTES, DIRECTORES
Y PADRES AL DISPOSITIVO APRENDER
Una evaluación que resulta desaprobada
Mañana se implementará en todas las escuelas del país. Evaluarán a más de 1.400.000 alumnos. Los gremios rechazan el sistema de medición de rendimientos, con premios y castigos. Muchos padres anunciaron que no enviarán a sus hijos a la evaluación.
El dispositivo nacional de evaluación Aprender, que se implementará mañana en todas las escuelas del país para más de 1.400.000 alumnos, recibió fuertes cuestionamientos de diferentes esferas del ámbito educativo. Docentes, padres, directores de escuela y las sindicales UTE, CTERA y SADOP rechazaron este sistema de valorización pedagógica y convocan a distintas medidas que abarcan desde manifestaciones, paro docente y hasta la decisión de muchos padres de no enviar a sus chicos a la escuela. Ariel Ritterbusch, director de la Escuela del Jacarandá, en Núñez, explicó a este diario que Aprender permitirá “catalogar a escuelas y docentes por un supuesto rendimiento y así, establecer rankings con premios y castigos. La importancia de la educación no radica en segmentar a los alumnos sino optimizar sus niveles de aprendizaje, de manera inclusiva”, sentenció Ritterbusch.
Sólo los estudiantes de 6º grado de primaria y los del último año de secundaria concurrirán mañana a las aulas para ser evaluados, en el horario correspondiente, en más de 39.000 escuelas del país, ya sean instituciones públicas o privados. También, en algunos colegios, será evaluada una muestra de estudiantes de 3° grado de primaria y de 2° o 3° de secundaria (según la estructura de nivel de cada provincia).
“Yo no voy a enviar a mi hijo este martes a una evaluación externa a la escuela y a sus docentes. Este tipo de exámenes no son comunes en pibes de 3º grado y menos sin sus maestras. Se alimenta la frustración y la presión para los chicos” explicó a Página/12 Carolina Cleme, madre de un alumno de la Escuela N°17 del Distrito 15. No va a ser el único alumno “con falta”. Varios padres y docentes están en desacuerdo con el modo de implementación, el formato y la duración del Aprender.
Tal es el caso de Julián Palacios, padre que participó, el viernes pasado en el Mariano Acosta, de la conferencia de prensa de familiares en rechazo al Operativo Aprender 2016: “Es una decisión ideológica. Y se decidió de manera natural con mi hijo. Lo hablamos y le explicamos, con mi mujer, que no coincidimos con este modelo de enseñanza no-inclusiva, donde se premia a las mejores escuelas que cuentan con los mejores recursos y se estigmatiza a las otras”, aclaró.
Intencionalidad política (sub-nota de Página 12)
Mario Almirón - secretario general de Sadop: “Rechazamos este operativo principalmente por tres cuestiones:
En primer lugar es una evaluación sin ningún tipo de participación de los docentes y los gremios. Son ‘aplicadores’ externos. Por resolución de la UNESCO, todo régimen de evaluación implica la participación de los sindicatos locales, pero acá se ideó todo sin que nos hayan consultado nada.
En segundo lugar, medir y evaluar mediante una disciplina o dos, es elaborar completamente un estudio sesgado y reduccionista de los contenidos que deben adquirir los alumnos porque más que conocimientos importa que los chicos aprendan valores y principios que sean aplicables en sociedad. Y, por último, existe una clara intencionalidad política para poner en tela de juicio la educación pública. Desde el gobierno hay una clara intención de fragmentar, de generar rankings de las mejores escuelas y docentes para que se remarque que la educación privada es mejor y de ese modo, premiar a ese tipo de enseñanza. Y no creemos que sea así. En todas las regiones del país, existen muy buenas escuelas privadas como públicas.”
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