lunes, 11 de noviembre de 2019

BOLIVIA: EL VERSO DE LA ALTERNANCIA


Cito a Bolivia en el título pero, este vale para cualquier pais.
La alternancia tiene, cuanto menos, un alto porcentaje de cuestionabilidad, excepción hecha de aquellos lugares en los que las diferencias entre los modelos políticos, sociales, económicos, ideológicos y filosóficos entre el signo político del gobierno vigente y el del que emerge de las urnas, (obviamente, en caso de que no sea el mismo) son apenas matices.
Independientemente de las apetencias personales que, en ocasiones, empañan la labor político social que un gobierno debe acometer, sea del signo político que fuere, está claro que, desde tiempo inmemorial, lo que está en juego es qué modelo elige la mayoría de la sociedad para vivir. 
Esto es crucial. Definitorio.
Una vez definido el rumbo, dependerá de múltiples factores el éxito de las sucesivas gestiones en alcanzar los objetivos propuestos. Pero el enorme error en el que caen muchas (casi todas) las sociedades, es cambiar de modelo cada cuatro años, o lo que dure un período presidencial.
Hay un sector de la sociedad, que podríamos llamar clase dominante, que, so pretexto de la alternancia, lo que hacen es cambiar constantemente de modelo. Obviamente, el arma principal que utilizan para lograr este objetivo es la mentira. Ocultan sus verdaderas intenciones con promesas falsas. Venden espejitos de colores. Humo. Por supuesto, cuentan para ello con todos los medios imaginables. Suele ser tan grande este festival de la mentira, que, en muchos casos, el otro candidato proveniente de un campo mas popular, se ve obligado también a mentir para tratar de consagrarse vencedor en los comicios.
La cuestión es que la clase dominante pone a la alternancia en un pedestal a la altura de una panacea. Aseguran que esta es sinónimo de la democracia. Y lo que logran con ello es instalar gobiernos que le son afines para, período presidencial por medio, satisfacer su voracidad económica a expensas de las clases baja y media, a las que desprecian y engañan.
Esto sucedió en Bolivia cuando, en 2.016, Evo Morales perdió el plebiscito que le hubiese permitido presentarse nuevamente como candidato, para lo cual tuvo que acudir a otra via (la judicial) forzando así un cuarto mandato que no llegó a asumir, a pesar de haber triunfado en las urnas, dado el golpe de estado al que fue sometido.
Argentina es un claro ejemplo del engaño periódico que viene sufriendo el pueblo cada vez que hay elecciones. Entonces, cada cuatro años, lo que intentan las clases dominantes (y muchas veces lo consiguen) es tirar a la basura la movilidad social ascendente que ubica al pobre en un escalón no tan bajo.
Así de simple.
Las sociedades pueden elegir suicidarse. Pueden pensar, de un modo infantil e iluso, que primero debe llenarse la copa del rico para que, al rebalsar esta, se satisfaga la necesidad de los pobres. (Teoría del derrame que bien podría llamarse teoría del engaño, ya que un Estado está para asistir primero a los que menos tienen, no a los que lo tienen todo, hasta una copa de bordes extensibles para que nunca se derrame una gota) pueden querer parecerse al rico (esto es tentador, dado que el mundo capitalista pone al dinero en un trono) y votar en consecuencia.
Pero, lo que no se debería, es apelar a la mentira para lograr el voto popular. Si se le dice la verdad a la gente, se le habla de la pérdida de su poder adquisitivo, del alza de la desocupación, la sub ocupación y el trabajo en negro, de la excesiva ganancia para los instalados en lo mas alto de la pirámide social, si se le dice que va a perder derechos, nunca va a renovar el auto, no podrá irse de vacaciones, y mil etcéteras y, aun así, la sociedad elige, contra sus intereses, un modelo de derecha, (que no otra cosa es lo descripto) mas alla de que podamos pensar que ese pueblo necesita una junta de sicólogos, debemos aceptar el rumbo elegido.
Lo que es inadmisible, aunque suceda de un modo de lo mas natural, es que la gente vote pensando que su decisión la llevará hacia el este (porque así se lo prometieron) y lo llevan a cualquier otro punto cardinal. Es mas, mientras gobiernan, siguen mintiendo para, así, sostenerse en el poder.
Esto es, literalmente, una estafa.
Y la mentira (y estafa) mas efectiva, para los intereses de los poderosos, es la que enaltece la alternancia.
En nuestro pais la venimos sufriendo desde siempre. Con o sin urnas.
Aquí, cuando un gobierno tenía tintes mas o menos populares, hasta la década de los 70, se lo cambiaba por otro gobierno militar, que imponía el modelo opuesto. Luego, ya en democracia, con el cuento de la alternancia y las mentiras de las campañas electorales, sufrimos a Menem, De la Rúa, Macri y compañía, gobiernos que vinieron a destruir lo poco que habían logrado las clases populares.
En Bolivia está ocurriendo lo mismo. Vendrá el mismo verso. Ajuste (castigo) para los  pobres, disfrazado de "sinceramiento", "esfuerzo", "presente dificil para llegar a un futuro venturoso" y mentirosos eufemismos por el estilo.
A los gobiernos populares que duran, o pretenden durar, mucho tiempo, el establishment les llama dictadura, como se hizo con Chavez en Venezuela, ganador en 13 de 14 elecciones. Tirano según los ricos.
Algún dia, quizás, los pueblos despierten, se organicen, sepan de que se trata, eligan bien, participen, defiendan su proyecto en las calles, conformen ejércitos populares a cambio de los dirigidos por unos pocos fachos acomodaticios y traidores, establezcan pena de muerte para los sediciosos y golpistas y, en definitiva, luchen por sus sueños.
Esa será la única manera de sostener y consagrar a los gobiernos populares (decir populista es bajarle el precio) y consolidar un modelo de país (y de mundo) que empiece por atender sus legítimas (y casi siempre postergadas) necesidades. Para que los sueños se hagan realidad, hay que luchar. Siempre. El enemigo es poderoso. Y no descansa.
Sólo si se consigue lo dicho en el párrafo inmediatamente precedente, todo será posible. Y nadie podrá engañar al pueblo con mentiras pre electorales ni con ese gran verso de la alternancia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Comente, no sea tímido: