TODO TEATRO
El beso de Macri y Juliana
del debate presidencial fue ensayado
El beso más famoso que Juliana le dio a Mauricio, el que le valió el
último empujón antes de las elecciones y lo ayudó a ganar el debate
presidencial, el que se convirtió en la imagen más repetida de la propaganda
del PRO y hasta en materia de análisis para los medios, ese beso, en realidad,
no fue lo que pareció. No nació como algo espontáneo. Fue planificado,
meditado, fríamente calculado. Y fue Juliana quien lo propuso. Desde el amor,
eso sí. Me lo confirmó el hombre detrás de esa escenificación, Jaime Durán
Barba, el principal consultor del PRO. El gurú ecuatoriano me dijo: –Fue idea
de ella y salió muy bien. Claro, lo preparamos un poco.
El
domingo 15 de noviembre de 2015, una semana antes del definitivo ballottage,
Macri y su contrincante tenían que verse las caras en el primer debate entre
los principales candidatos a la Presidencia que se organizaba desde el regreso
de la democracia.
Durán
Barba, su socio Santiago Nieto y el discreto Marcos Peña, hoy jefe de Gabinete,
estaban entrenando al candidato. Le hacían las preguntas que no debían
sorprenderlo, fingían las provocaciones que podía lanzarle Daniel Scioli,
ensayaban la postura corporal que había que mostrar en público, practicaban las
inflexiones de la voz, el movimiento de las manos y la gestualidad de su
rostro.
Aquello
se trataba de un intensivo media coaching, como lo llaman los expertos para
darse aires de políglotas.
Juliana
había ido a los ensayos de su marido y observaba su evolución.
Y Durán
Barba la observaba a ella.
Después
de discutirlo con Marcos Peña y su equipo, el ecuatoriano se acercó a la esposa
de Macri: –¿Y tú qué quisieras hacer en el final del debate?
–La
verdad, a mí me gustaría darle un beso a mi marido. Es lo que siento.
–Pues haz
eso –aprobó–. Me parece genial.
Los demás
coincidieron. Macri, más que ninguno.
Quedaban
unos días de ensayo, más que suficientes.
Además,
podían practicar en casa.
El
momento de Juliana.
Cuando el
debate se dio por terminado, la hechicera subió decidida al escenario. Macri la
recibió con el brazo extendido y ella fue directo a darle el beso. Juliana
pareció partirle la boca a su marido por la vehemente pasión con que lo buscó.
Las cámaras y los 53 puntos de rating se quedaron con ellos. A su lado, Scioli
observaba la escena sin entender, con expresión desencajada, mientras le daba
la espalda a la demorada Rabolini. El contraste fue patente. El candidato K
saludó primero a su adversario y a Juliana antes de percatarse de que su mujer
también estaba sobre el escenario.
La barra
del PRO deliraba.
La
imagen, repetida a mansalva en los medios, se convirtió en el mejor resumen de
lo que había dejado el debate. Un candidato optimista y enamorado contra otro
que no podía disimular su impotencia.
FRAGMENTO DE LA LETRA DE LA CANCIÓN
NO TE CREO NADA
DE IGNACIO COPANI
Político de cuatro caras
muy hábil para parlotear,
acá no hacen falta palabras
ni buenas campañas, acá falta el pan.
No te creo nada, tu risa es más falsa
que ropa de marca comprada en Taiwán.
No te creo nada, no te creo nada,
muy hábil para parlotear,
acá no hacen falta palabras
ni buenas campañas, acá falta el pan.
No te creo nada, tu risa es más falsa
que ropa de marca comprada en Taiwán.
No te creo nada, no te creo nada,
no te creo nada...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Comente, no sea tímido: