BRASIL, DE GUATEMALA A GUATEPEOR

Tormenta política en Brasil. Pueden sembrar soja en el Maracaná

Blairo Borges Maggi, el "rey de la soja", dueño de una de las más grandes fortunas del mundo (ver revista Forbes) desforestador de fuste, será el próximo ministro de agricultura de Brasil. Lula fue lobista de Maggi y lo acompañó, para incentivar la soja, a Cuba, y para negociar tierras para sus negocios sojeros, a Mozambique. Deja la cartera de agricultura la ministra de Dilma, Katia Abreu, (“Miss Motosierra”) que mientras inauguraba fábricas de agrotóxicos pedía que se terminara con el preconcepto hacía ellos. De Guatemala a Guatepeor.

Los desmontes en los estados de Mato Grosso y Pará, donde el Grupo Maggi tiene sus plantaciones, son record mundial.

La continuidad (agravada) está garantizada. ¿Qué cambiará entonces en Brasil?

Dilma cambió el destino de algunas partidas del Presupuesto para satisfacer necesidades emergentes de planes sociales y omitió algunos asientos contables. Nada distinto a lo que hicieron prácticamente todos sus antecesores. Pero parece que los grandes empresarios están apurados por ganar más dinero y no quieren esperar la llegada de las próximas elecciones. A Dilma no se la está juzgando por corrupción. No confundir. Y no es que en Brasil no haya corrupción. Parece que sobra. Pero se la está juzgando por un hecho menor que nunca tuvo resistencia ni provocó reacciones mayores cuando fue cometido por otros presidentes anteriormente.

Traidores de su partido y todo el arco opositor lo están haciendo posible. Seis meses de juicio político y un retorno casi imposible. El vicepresidente (ahora presidente) Temer es confiable para el empresariado. ¿Qué cambiará en Brasil?

Simplemente, allí también, la derecha ganará terreno