Tras lo sucedido por estos días he descubierto que a López no lo apresaron por los bolsos que arrojó al interior de un convento trucho, sino por falta de fuerza. (Bien apresado está López, quiero decir. Que no se malinterprete.)
Se filtraron datos del "blanqueo" y el Presidente echó al supuesto responsable de ello.
Mindlin, Caputo y otros amigos de Macri cuyas fortunas crecieron al calor de la cercanía con el alcalde devenido en Presidente y siguen consolidándose merced a negocios, negociados, cohechos, etc., nunca fueron investigados con la condición de que se repatrie ese dinero que es largamente mayor que los bolsos de López.
Y, mal que le pese a Carrió, que quería excluir de la repatriación a los parientes de Macri, también aparecen parientes. (Gianfranco Macri, hermano del Presidente, entre otros) Aunque Carrió ya no diga nada.
La cuestión es que la "fuerza" de estos muchachos les permitió revolear los bolsos y, cual si estuvieran batiendo records olímpicos, arrojalos a miles de kilómetros para que cayeran fronteras adentro de Panamá. Y ahora que los repatriaron sin tener que dar explicaciones son casi héroes cuando deberían estar ocupando una celda al lado de la de López, cuya fuerza apenas alcanzó para sobrepasar un muro de menos de tres metros de altura.
Doble vara que le dicen. No quiero decir doble moral para no contradecir el apropiado comentario que se hizo sobre mi entrada anterior. No hay moral.
Que falta de respeto, que atropello a la razón. Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón.
El gato se autoperdonó la deuda del Correo, que es como 500 bolsos de López.
ResponderBorrarAl efecto de abrir juicio sobre el modo de actuar del excelentísimo, seria lo mismo pero, no logró autoperdonarse los 70.000 palos. El Congreso despertó de su letargo y no se lo permitió. Pero, como la intención fue esa. Es lo mismo.
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