viernes, 30 de septiembre de 2016

BUENOS MODALES

La Real Academia dice que los modales son las acciones externas de cada persona con que se hace notar y se singulariza entre las demás. 
Estas acciones externas, ajustadas a protocolos establecidos por las clases dominantes, son sólo eso: Acciones externas. A veces coinciden con lo interno del ser humano. A veces no. Y esta dualidad, tarde o temprano se nota. Cuando la cáscara no coincide con el fruto salta a la vista lo falso. Es obvio que es preferible la sinceridad antes que la afectación. Si bien "lo cortés no quita lo valiente" lo opaca. Y cuando el "parecer" está a la par o por encima del "ser" las cosas no andan bien.
Además, los buenos modales solo son vecinos de la instrucción, la educación, la cultura, el nivel intelectual, valores estos que sí son importantes. Y cabe recordar que muchos vecinos ni se saludan algunas veces. Ni hablar de la sabiduría que, con suerte, vive en algún barrio aledaño. 
Para que se entienda va un ejemplo simple y cotidiano:
Una persona sube a un taxi, le indica el destino del viaje al taxista y cierra la frase con un "por favor". Esta pretensión de buenos modales no es más que una sobreactuación, ya que el taxista no lleva pasajeros por favor. Los favores no se cobran y el taxista va a cobrar el viaje apenas este finalice. La frase "por favor" es correcta si uno está sentado a una mesa y no alcanza algo, entonces solicita a su vecino de silla: "¿me alcanzás la sal, por favor?". Por supuesto que no le van a cobrar por alcanzarle la sal. (Podía haber dicho cloruro de sodio para no reiterarme) Volviendo al taxi, lo correcto, antes de pedir por favor el viaje, sería saludar, cosa que mucha gente, aun entre los que piden por favor, no hace. Mejor aun, ya que sería un gesto de consideración con el taxista, sería tener cambio. Y, ni hablar, si al bajar se trata la puerta del taxi con el mismo cuidado que se pone para tratar la del auto propio. Para seguir pintando el cuadro, sería bueno no molestar al taxista pidiéndole que ponga tal o cual programa de radio cuando de esa manera se le está haciendo perder el que venía escuchando antes de que usted subiera, no hundirle el asiento con sus rodillas, cuidar que sus hijos no lo molesten, y hay varios etcéteras. Pregúntesele a los taxistas si prefiere que le pidan el viaje por favor mientras le faltan el respeto todo el resto del tiempo o que lo respeten aunque no le digan "por favor". Ustedes y yo sabemos que el cien por cien preferirá lo segundo.
Y es que los modales, como decía al principio, son la cáscara impuesta por las clases dominantes. Es el dueño del campo que lo dice "Don" al capataz de su estancia antes de pronunciar su nombre. Y ese "Don" es condescendiente. Igual que el "por favor" del taxi. Es un modo de hacer notar que uno manda y otro obedece. Hacer ver la diferencia de posición en la sociedad. Y aun cuando se está entre "pares", no es más que una competencia para ver quien tiene mejores modales, quien conoce mas el protocolo a la hora de almorzar, de ingresar a una reunión, de ir al teatro, etc. No está mal, (o si) pero es solo cáscara. 
Mejor sería tener instrucción, de modo de conocer algunas cuestiones básicas, especialmente en la relación humana. Tener educación, lo que nos llevará a no hacerle al otro lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros. Tener cultura, con lo cual, sin dudas, tendremos ubicuidad, conocimientos, tino... Tener sabiduría para no situarnos NUNCA por encima de otro ser humano, para tener comprensión en lugar de tolerancia. Tolerar es tener "buenos modales" para soportar al otro. Es colocarse en una posición de superioridad. Comprender es tener conocimientos para advertir por qué el otro tiene determinada conducta. No es lo mismo. 
Aquel que solo privilegia la cáscara, considera al otro exclusivamente por el "qué dirán". En cambio, el que se preocupa más por ser que por parecer, considera al otro porque sabe que es su prójimo.
Prefiero al que tiene cultura, al que sabe diferenciar a Borges de Neruda, al que puede sostener un diálogo ideológico abierto con fundamento por el tiempo que sea necesario, al que puede hablar de filosofía con soltura, al que comparte un mate sin sentir asco, al que puede levantar una pared de ladrillos con sus manos, al que todos los días le da un beso a su hijo, al que disfruta de la belleza de la música, al que sabe de la vida, de la pobreza y de la injusticia. No importa si no es gerente de una empresa. No importa si pide por favor. No pasa por ahí. Prefiero al que me aprecia, aunque alguna vez me insulte, antes que al que me trata bien sin tener ganas de hacerlo. 
Alguien que tan solo tiene buenos modales (y ni siquiera los acompaña con un uso elegante del idioma, lo cual desnuda más aun, por si hiciera falta, el carácter de cáscara de esos "buenos modales") no puede caerle bien a nadie que tenga dos neuronas que estén conectadas entre si.
Alguien que trabajó, aunque más no sea un año de albañil, no convalidaría que un albañil gane 10 pesos si la canasta familiar es de 20. No diría, (con buenos modales) que los datos sobre la pobreza golpean. La combatiría en lugar de decir (con buenos modales) que la pobreza cero no se puede alcanzar en cuatro años. Que hay que esperar, y seguir siendo pobre.
Cuando lo único que hay son buenos modales y no se considera al otro, lo que hay es hipocresía.
ME TIENEN PODRIDO LOS BUENOS MODALES. El sueldo de Mauricio Macri aumentó un 31% en 2016


2 comentarios:

  1. Si usted, galante autor, y sin que esto inquiete o desvele compromiso, o altere su ataraxia el ruego de mi pedido, que no me refiero a otro que vuestra merced conceda a mi, su servidor, la gracia del permiso de bando y repicar su excelente y humana apreciación, ya que con orgullo seré su heraldo ante la chusma iletrada y nada me haría mas feliz que me conceda el ruego.

    Su Seguro Servidor.

    Copio y pego en mi blog, basssura.

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