¡AY, QUE CARAS ESTÁN LAS COSAS!

¡AY, QUÉ CARAS ESTÁN LAS COSAS!

         

    Bolsita ecológica. Izquierda, hace cuatro meses, derecha, hoy.

Si tomamos como referencia el precio de cualquier cosa que estuviera a la venta antes del 10 de Diciembre de 2.015 y lo comparamos con lo que cuesta hoy, 26 de Abril de 2016, (apenas cuatro meses y medio después) no encontraremos nada que haya aumentado menos del 60%. Sin embargo, los ingresos de los argentinos, (excepto los de los grandes empresarios) no aumentaron más del 30% en el caso de los asalariados y, si bien en el ámbito de los monotributistas el espectro es muy diverso y este porcentaje varía sensiblemente según el caso, el promedio de aumento de ingresos es similar. Entre unos y otros, suman más de 25 millones de personas, cuyos ingresos promedio son de unos 14.000 pesos.

(Según el diario Clarín, el salario promedio de los argentinos, al 17 de Noviembre de 2.014, era de $10.800. Pasó, desde entonces, casi un año y medio. Supongamos que, hasta el 10 de Diciembre pasado, a más de un año de aquel dato de Clarín, los salarios no aumentaron nada. Tomamos 10.800, le sumamos el 30% de aumento promedio de estos últimos meses, y nos da $14.400)

Si las cosas aumentaron el 60% y los ingresos el 30%, la diferencia es del 30%.

El 30% de $14.400 es $4.320. Por 25 millones: 108 mil millones por mes. Lo pongo con todos los ceros: 108.000.000.000. Mucho, no?

Pero este dinero no desaparece. Si bien el consumo es menor, justamente por esta causa, de ninguna manera bajó en igual proporción. Además, los empresarios, si deben producir menos necesitan menos personal. Entonces (ninguno hace beneficencia) no les tiembla el pulso para producir despidos, los que ya pasan largamente los 100.000 en los últimos cuatro meses. Pero la cuestión es que los grandes son los que se quedan con ese dinero.

EN SÍNTESIS. ESTE PLAN DE GOBIERNO, ESTE “SINCERAMIENTO DE LA ECONOMÍA”, NO ES MÁS QUE METERLE LA MANO EN EL BOLSILLO A LOS MUCHOS POBRES, SACARLE CUATRO MIL PESOS A CADA UNO (108 MIL MILLONES EN TOTAL) Y DÁRSELOS A LOS POCOS RICOS.

Según el caso, ni soñar con cambiar el auto, alquilar una casa mejor, irse de vacaciones, comer un asado, y todos los etcéteras que cada uno sabe.

Ante esto podemos ponernos de acuerdo para pegarle al gobierno donde más le duele: En el bolsillo. Y dejar de pagar TODOS LOS IMPUESTOS.

(En dos meses cambia el rumbo o tiene que irse en helicóptero.)

Podemos organizarnos en asambleas y manifestarnos con una sola consigna, “Basta de robarle al pueblo”, frente a la Casa Rosada y en todas las grandes ciudades.

O podemos , vestidos de ruleros y chancletas o de camiseta, según quien sea, susurrar por lo bajo: “ay, qué caras están las cosas”.